viernes, 10 de diciembre de 2010

Un diagnóstico

Fuiste pródiga en afectos carnales
Con tantos, crapulosa y casquivana,
Que huyeron al rocío en la mañana
De Pandora y la caja de sus males.

Fuiste parca en estar en tus cabales,
La Eva que devora la manzana,
Y al calor de tu pubis mi ventana
Empañaba con gozo sus cristales.

Mas, onerosa empresa es soportarte,
Tributaria de lúbricos anhelos,
Y no todos suspiran con amarte.

Con el tiempo se evidencian los recelos,
De quien renuncia a hacer de juez y parte,
Y a padecer febril tantos desvelos.

Diciembre 2010.

5 comentarios:

Raúl dijo...

Hombre, un poema 'de verdad', todo un soneto clásico, tanto en métrica como en (aparente) temática, y que haría sonrojar al mismísimo Garcilaso de la Vega. Me ha gustado y sorprendido por igual, aunque tampoco es la primera vez que escribes algo así.

PD: Victorino Polo estaría orgulloso de ti... si pudiera caber más orgullo en su vieja piel.

Lidia dijo...

¡Me gusta! diccionario en mano, me está gustando!

Granados dijo...

Tomás no sabía de esta faceta tuya, me ha sorprendido y gustado, espero que compongas más

Unknown dijo...

Mola. Ya echaba de menos leerte. No sé si estaré en lo cierto, pero me ha hecho pensar en una conversación que tuvimos hace unos días. En cualquier caso, diré de tu poema lo mismo que de los temas de Brad Mehldau; yo, si me odian así, encantada de la vida. Si alguna vez te tienes que pelear conmigo, ya sabes xDDD

Un beso

Nergal dijo...

Bravo una vez más!