jueves, 19 de noviembre de 2009

Justificándome

No tengo por qué pero lo voy a hacer. A más de uno le ha transcurrido por el melón la idea de que no le trato del mismo modo que antes, y no es exactamente así. Me explico brevemente:

Yo reacciono de diversas formas ante estímulos exteriores. Muchos de esos estímulos pueden venir como desarrollo práctico de la personalidad de una persona en su interacción conmigo. Cuando dicha personalidad se modifica, esa persona se comporta de manera diferente, es decir, actúa de acuerdo a la nueva personalidad adquirida. Ante ese nuevo despliegue de actitudes mi reacción será también diferente de las anteriores. Es fácil.

Yo no elijo qué rasgos de cada persona me simpatizan, como no elijo que me gusten los espaguetis y no me gusten las acelgas, por ejemplo.

Todo esto me recuerda esa frase que dice que la verdadera igualdad consiste en tratar de modo diferente a aquello que es diferente. Pienso que así es.

Se me cuiden, nenxs!

Santísima Trinidad, eres una crack.

El PSOE parece estar empeñado en aglutinar en su acervo ideológico lo peor del socialismo y lo peor del capitalismo. Así, en un dos por uno de la infamia política.

Resulta que le acabo de escuchar hoy al señor del telediario, que el gobierno, en otro disparatado alarde de arrogante paternalismo, está preparando un proyecto de ley para prohibir a los fabricantes de bollería y comida rápida incluir cromos y juguetillos en sus productos, así como prohibir que éstos sean anunciados por famosos, y prohibir su venta en los colegios públicos. Como “ley de seguridad alimenticia” o algo por el estilo habían bautizado al esperpento.

Y espérense, porque según le he escuchado ya a dos personas, a partir de este uno de enero estará prohibido fumar en cualquier bar. No sabía que entrara en vigor tan pronto esa ley, aunque sí recuerdo a la imbécil de Trinidad Jiménez decir este verano que la sociedad española ya había alcanzado la suficiente madurez para dar ese paso, en un ejercicio de cinismo de dimensiones estratosféricas, dicho sea de paso.

Madurez. Esa parece ser la clave de todo. Los niños, que aún no han desarrollado completamente el juicio, necesitan normas, los adultos en cambio, somos libres y responsables de nuestras acciones. Salvo en este país.

Os juro que ando ya bastante quemado con esa sobreprotección estatal, más abundante y estúpida cuanto más a la izquierda se sitúa el partido gobernante. No me gustan las leyes horizontales que nos igualan y alienan, y no me gusta que me impongan lo que se supone que debo querer. Odio que se pasen la vida diciéndome no fumes, es por tu salud, ponte el cinturón, es por tu seguridad, etc.

…Ya haré yo lo que estime oportuno y conveniente, muchas gracias. Respeten mi libertad individual.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Se masca el movidón

Ya está. Está hecho y no hay marcha atrás.

El resto de la tripulación está compuesta por Yhan, Tappy y Pablo el rojaco.

Tenemos lo necesario: algo de pasta, buga, y el espíritu indómito e intrépido que requiere nuestro nuevo periplo por la villa y corte de Madrid.

...Bueno, y las entradas, claro, sin ellas no nos dejarían entrar, y todo esto sería hablar por hablar.

¡El doce de diciembre volvemos a la capi a ver W.A.S.P.!

Si queréis apuntarse a tiempo estáis, que la entrada sólo nos ha costao 29 miserables euracos. Aquí os dejo unas fotos de la vez anterior, que le he levantao a Tappy del Facebook.



A cuidarse nenes.

Amenazas

Amenazar es una actividad cuya puesta en práctica desaconsejo encarecidamente. Entre otras razones, porque establece cierto nivel de compromiso del amenazante para con el amenazado. Te convierte en esclavo de tus propias palabras, y eso es un problema, dado el nivel de gilipolleces que podemos llegar a decir al cabo del día.