martes, 19 de octubre de 2010

Camarero, la cuenta

Diez, nueve, ocho…

Deprisa.
Está a punto de estallar.
La necedad del hastío indeleble,
Bajo la piel,
Consume los segundos de tu infancia.

Siete, seis, cinco…


Tienes que darte prisa.
La marabunta de cadáveres
Empuja.
Eres la pieza que nos falta
En el rompecabezas macabro
De la vida
¡Corre!

Cuatro, tres, dos…


El tiempo arrastra inexorable
Hacia la perpetua negación
Del yo.
El espejo ya no te devuelve
¡Reniega!

Uno…

La muerte del asceta
El nacimiento del anti-hombre.

9 comentarios:

The crow dijo...

Te ha calado hondo el lobo estepario,¡eh! Le echaré un ojo, que lo tengo hace años en mi biblioteca

Tomás dijo...

Te equivocas, mi diminuto amigo. Mi escrito poco tiene que ver con la introspectiva novela de Hesse y su infeliz protagonista. Nace de una conversación que tuve el domingo. No obstante, ya que has tomado la decisión de leerla, no seré yo quien te quite el ese. Al contrario, la recomiendo encarecidamente.

Besitos!

Unknown dijo...

Mola, peor ya veo que sigues tan positivo como siempre xD

Por cierto; yo leí el lobo estepario, amén de un par más de libros de Hesse en su día y no terminó de calarme...

Raúl dijo...

Yo no me he leído el "Lobo Estepario", pero según ha llegado a mis oídos, no es tan recomendable. Por lo demás, es decir, tu escrito, un poco en tu línea: extraño, sin rima, algo perturbador y de temática, creo, existencialista y barriobajero por igual. No sé si estarás de acuerdo con este somero análisis, pero es un poco como te veo en estos poemillas.

Tomás dijo...

Bastante correcto. Me agrada perturbar.

Nergal dijo...

Segundos 10 a 8 Infancia, 7 a 5 Adultez y 4 a 1 Madurez? No lo veo como el camino de asceta alguno. En los segundos 7 a 5 estaría alejándose de la marabunta o poniéndose piojísimo en algún lateral de ella. Toltuguita.

Granados dijo...

Esta muy bien Tom, te esta saliendo la vena Vicentista xD

Tomás dijo...

No va por ahí tampoco Piru, es algo mucho más inmediato. Como la cuenta atrás de un cambio forzoso e inminente.

Raúl dijo...

No, está claro que la cosa va de perturbar, y a quién no le gusta perturbarse, ¿eh, eh? ¿a ti, Andrés, a ti, Migui? Pues eso.