Virus parásito y letal,
Lacra de materia inestable,
De criaturas infectadas,
Que amamanta tu placenta enferma
Con su savia negra,
Latiendo.
Larva que se arrastra por el flujo,
Y avanza en cada entraña,
Que se dilata y se retuerce
Con el hedor a azufre.
Rémora de carne muerta,
Macilenta,
Vulnerada,
De labios que saben a bilis y a veneno.
De recíproca saliva que se bebe,
Evocando vinagre,
Tras la última exhalación
De aire putrefacto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Hmmm... ¬¬
Hmmm... ¬¬
Empiezo a ver un atisbo de enfermedad mental en tu poesía. Mal que te pese, un poco a lo Kurt Cobain. Está bien.
Acho no me jodas, que sabes lo que opino de la banda de ese señor.
Y yo tampoco llamaría poesía a este montón de basura. Al menos no como a esta:
http://cityofsolitude.blogspot.com/2007/02/corona-de-espino.html
¿Te acuerdas?
Besitos nenxs!
Escribes como el Kurt Cobain ese y tocas en un grupo de punk... ¿qué está pasando, Tomás? ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?
Jajajaja. No me atormentéis al zagal, no véis que lo está pasando mal? :-p
Publicar un comentario