Andaba yo echando un vistazo por los blogs, y he visto que la señorita
elektra me ha "fichado" (tal como ella lo describe en un comentario dejado en mi post anterior) para continuar una de esas cadenas que tanto abundan en este fascinante macrocosmos de información desordenada y poco fiable que es internet. La historia va de sacar a relucir 6 de tus trapos sucios, anecdotas o datos sobre tí que sean vergonzosos y/o inconfesables, y como no quiero ser el único mierda de los que ha nominado que no lo haga, pues allá van algunos:
1. Me molan Mamá Ladilla. Sí, yo, el más heavy fan de Accept y Judas Priest escucha también a Mamá Ladilla. Y es que me cago de risa con ellos, con su temática obsesivamente escatológica, sus rimas repetitivas y sus aliteraciones inverosímiles.
2. Sé cuando cojo una guitarra, pero no sé cuando la voy a soltar. Esté donde esté, si hay una guitarra cerca es muy probable que acabe provocando ganas de ahorcarse a cualquiera que este a mi alrededor. Puedo estar hablando contigo y mientras haciendo escalas por el mástil tocándolas flojito. Y siempre soy el último en salir del local cuando ensayamos. Es ya una enfermedad.
3. Me fascina la voz de Gemma Nierga, ese tono tan entrañablemente dulce con el que habla por la radio. Qué decepción me lleve cuando le ví la jeta por la tele y ví que no era una 'tía cañón' como yo esperaba.
4. Muchos recordaréis también aquella vez hará unos años, que me enganché un pelotazo tan gigante que me quedé sopa en el lavadero de mi casa al lado del cubo de basura. Ni llegar a la cama pude. No os podéis imaginar la cara de mi viejo cuando, al despertarse e ir a desayunar se encontró la escena.
5. También sabéis que me caen bien los perros, son el único bichejo de la creación por el que siento admiración. Sobre todo por la mía, que la adoro. Pues bien, lo que la mayoría no sabéis es que de chico me causaban auténtico pavor, de hecho al volver de la escuela (que estaba a tomar por culo de mi casa) daba una rodea gigante para no pasar por una calle por la que merodeaban unos chuchos callejeros que me acojonaban.
6. Duermo siempre con la ventana abierta, aparte de porque soy caluroso, es una manía. Incluso en pleno invierno, no puedo soportar la idea de que este durante siete u ocho horas en una habitación completamente cerrada. Necesito tener la seguridad de que está entrando oxígeno.
Bueno, ahí quedan esos seis que se me ocurren ahora. He omitido alguno que no puede contarse, más que nada por mi salud, no vaya a ser que alguien lea algo que no le guste y quiera partirme las piernas. Por lo demás, y emulando a mi antecesora en esta gratificante actividad poner de relieve las miserias propias, voy a encalomar a algunos otros inocenetes para que hagan lo mismo:
Piru,
Vicen,
Raúl y
Gajo. Os jodéis.
Un besito a todos y hasta pronto.