jueves, 14 de agosto de 2008

Odiando

Hoy me he levantado odiando. Odiando mucho y muchas cosas. Odio el despertador, odio mis sábanas, odio los rayos del sol por la mañana, que escuecen en mi cara como cuchillas de afeitar, odio el sabor acre de la resaca, odio los exámenes, odio trabajar, odio la línea 44 de Latbús, odio las grandes ciudades con su bullicio y sus humos irrespirables, odio el océano de alquitrán en el que vivo, odio tantísimo calor, odio el hormigón que me rodea, odio el sexo, el rock y la droga. Odio el miedo que tengo, odio el miedo que me tienen, odio la vida, odio la muerte, odio el dinero, odio no tenerlo, odio las crestas, odio las poesías que no escribo y odio los acordes que no toco. Odio el cine, el arte y las ciencias. Odio lo que amo, odio lo que odio, y al odio en sí, también lo odio. Odio a los tarugos y a los listos. Odio sus heces y las mías. Odio el mundo, odio “El Mundo”, odio mi carne, odio las miserias humanas, os odio a vosotros, me odio a mí mismo.


Esto era un post que escribí hace tiempo y que no sé porqué no publique. Tampoco tengo muy claro porqué lo pongo hoy.

Besitos!