jueves, 29 de octubre de 2009

El lado oscuro

Nunca me interesó pertenecer a su selecto círculo, no me gustan los rebaños.

A veces me pregunto cómo es posible que el carisma natural del más insensato pueda imponerse al más elemental de los sentidos comunes, cómo el liderazgo iridiscente de un individuo mediocre acaba por imponerse a la razón, y termina por ser admirado e imitado.

Prefiero ser la “cara b” de ese líder, un espíritu díscolo que cuestiona todo lo aparente, que elige la independencia de su propia condición antes que dejarse encandilar por ese “vacío de apetentes brillos” (usando palabras del Rosendo). Elijo la subversión, la dirección opuesta. El color negro.

No estoy hecho a la vacuidad de esas frívolas reuniones de amigos que son muy amigos, hasta la próxima reunión de amigos muy amigos, que serán los mismos o serán otros, porque eso da igual. Lo importante parece ser el aquí y el ahora.

Tampoco comprendo la espontánea gratuitidad con la que se distribuyen e intercambian afectos, promesas y buen rollo en general, con la estólida determinación que proporcionan el alcohol y las drogas. Nadie parece comprender que están devaluando aquello sobre lo que hablan. Que todo eso no va más allá de ese aquí y ese ahora.

Todo transcurre en medio de la más absoluta intrascendencia, en una atmósfera irreal, disoluta y anodina. Todo es mentira o lo será en algún momento.

Besitos!

lunes, 26 de octubre de 2009

Hay cosas que, sencillamente, pueden dejar de ser como son.

Comentábame la amiga Lidi este finde que no hace mucho que el señor Manolowar, celebérrimo carlanco de la movida metalera, le manifestó entre sollozos su franca preocupación por mi persona. ¿Por mi persona? Pregunté con avidez inquisitoria. Sí, porque dice que ahora te pones camisetas a rayas y escuchas rock n’roll barriobajero, contestaba ella.

Me puse a pensar que tal vez la preocupación del amigo Manolo, paradigma del heavymetal en todas sus variantes, iba más allá de mi humilde aunque magnánima persona. Quizás tuviese miedo de que el último reducto de heavymetalidez en su sentido más puro desapareciera cuando él palmase, sin que nadie siguiese la doctrina estética de la tribu en cuestión.

Lo que ocurre en realidad es que ya no existe ninguna tribu urbana como tal en Alcantarilla, que el único jovenzuelo que medio mantiene el tipo en cuanto a estética, gusto musical y actitud es el Tomi. También es cierto que pese a su testaruda insistencia, no llego al nivel Manolo en ninguno de esos tres pilares constituyentes de heavymetalidad. Él se traga cualquier estilo por extremo y ruidoso que sea, es capaz de ponerse más hasta el culo que yo, y además se viste como si se le hubiese caído todo el heavy metal encima. Es un crack.

Pero no he empezado este post para hablar del Manolowar, que de sobra sabéis ya como es: el tío más noble del mundo.

La historia es que a raíz de conocer su preocupación empecé a preocuparme yo. Somos un colectivo con las horas contadas. Lo que no han conseguido tres o cuatro décadas de música moña parece estar consiguiéndolo la profunda reconversión que está experimentando el mercado musical.

Ha cambiado la manera de escuchar música y de identificarse con ella. Ya no se compran los discos de Ozzy, ni se sueña con tener la guitarra de Blackie Lawless, ni se acude cada finde al concierto más cercano. ¿Y qué pasará cuando los grandes dinosaurios de esta movida digan buenas noches, hasta aquí hemos llegao?

Por poner ejemplos: Ozzy 60 tacos, Halford 59 tacos, Dio 67 tacos, Blackie Lawless 53 tacos, Udo 58 tacos… Ya nadie hace ese estilo de música, o seguramente sí, pero ya no hay discográficas para oírlos. No las hay porque no da pasta, porque nadie paga por lo que tiene gratis en Internet (y un heavy menos, es que estamos locos), además ya no conectan con una juventud a la que no le gusta beber litros y perder el tiempo en la calle por las tardes, como antes. La peña de ahora está demasiado ocupada comprobando si tienen mensajes nuevos en el tuenti, o cortándose el pelo. A los metaleros del siglo XXI no les interesa ya el heavy metal, les interesan los sonidos modernos, graves, que no impongan estéticas, que fusionen otros muchos estilos… cosas así.

Nos estamos extinguiendo (sí, ya sé que el heavy metal nació extinguiéndose, pero esta vez parece que va en serio). La música de toda la basca antes citada seguirá existiendo, claro, pero los pocos que la escuchen no serán ya heavys, porque la esencia de esta tribu urbana, de esa cultura que ha sobrevivido cuatro décadas siempre al margen de la moda, se habrá perdido. En Alcanta ya no quedan, y fuera los de mi generación parece que seremos los últimos.

Besitos!

domingo, 25 de octubre de 2009

Mi amigo el suelo.

Estrellarse contra el suelo. Siempre me ha gustado esta metáfora para expresar la contundencia con la que las ensoñaciones y esperanzas se encuentran de manera repentina con la realidad más desalentadora.

Si pensamos un poco en leyes físicas, cualquier objeto lo suficientemente compacto arrojado a la velocidad adecuada podría cargarse cualquier otro. Ahora mismo estoy pensando en esas pelotitas gigantes y metálicas sujetas con una cadena, esas que usan las grúas en las demoliciones. Pero con el suelo no ocurre esto, lo que cae en él ya no pasa de ahí. Se acabó. Incluso si pensamos en algo muy bestia como un gran aerolito espacial precipitándose por nuestra atmósfera a gran velocidad y gran temperatura, como mucho sólo conseguiría horadarlo un poco hasta encontrarse con una buena porción de… más suelo. Es lo bueno del suelo, que es sólido y abundante. Algo de lo que te puedes fiar.

Cualquier cosa, sea de índole material o espiritual, que hayamos subido a mucha altura y la dejemos caer, el suelo nos la hará pedazos de manera inapelable. Tampoco le culpo, a fin de cuentas nos pasamos la vida pisoteándolo. En cualquier caso considero una insensatez demasiado frecuente alejarse del suelo, es un buen marco de referencia y totalmente necesario e inofensivo si nos quedamos cerca.

Besitos!

miércoles, 7 de octubre de 2009

¡¡¡Nuevo disco de WASP!!!

Ha salido hace días, y está interesante. No llega al nivelazo del anterior (Dominator, del 2007) pero suena bien.

Se rumorea que se pasarán por la piel de toro en Diciembre (digo que se rumorea porque lo he leído por internet, pero no en su página web, en la que no estaba), y estaría bien arrimarse a los madriles a verlos.

Aquí os dejo en vídeo el tema que más me mola del disco de momento:



Besitos!